| 
                   Foto y biografía: https://www.goodreads.com/ 
                    
                    
                    
                  LORENZO HELGUERO 
                    
                  (Lima, Perú, 1969) 
                    
                  Lorenzo Helguero nació en Lima y estudió Literatura en la  Universidad Católica del Perú.  
                  Ha publicado los libros de poesía Sapiente Lengua (1993), Boletos (1993), Beissán o el abismo (1996), El amor en los tiempos del cole (2000), Poeta en Washington D.C.  (2004) e Insomnio (2006), y el libro  de cuentos Fiesta de promoción (2008). 
                   Poemas suyos han  aparecido en diversas antologías, como El  bosque de los huesos (México, 1995), El  turno y la transición (México, 1997), Poesía peruana del siglo XX (Lima,  1999), Zurdos – Última poesía  latinoamericana (Buenos Aires, 2004), Caudal  de piedra (México, 2005) y La mitad  del cuerpo sonríe (México, 2006), entre otras. 
                    
                    
                    
                  TEXTOS EN ESPAÑOL    -   TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                    
                    
                    
                  
                  AL PIE  DE LA CASA BLANCA. Poetas hispanos de Washington, DC.  Luis Alberto Ambroggio, Carlos Parada Ayala, eds. New York, USA: Academia  Norteamericana de la Lengua Española, 2010.   355 p.  Ex. bibl. Antonio Miranda 
                    
                    
                  
                                  EL  REY DE GRAMERCY STREET 
                       
                    Mi reino es de papel 
                     
                      y  todo lo que toco 
                     
                      se  convierte en palabra.  
                      
                   
                    
                    
                   
                    
                  
                           CIUDAD  SIN SUEÑO 
                       
                      (DUPONT  CIRCLE) 
                     
                       
                    Barba Rosa el pirata baila un tango  de seda 
                     
                      con  el marinerito de los cuentos, 
                     
                      sirenas  disfrazadas se besan en francés. 
                       
                      Aquí  estamos, viajera: 
                     
                      Gonorrea  y Sodoma redivivas, 
                     
                      grito  de asfalto entre pezones tíbios. 
                       
                      ¿Quién  duerme en esta noche de arlequines?  
                      
                       
                           Federico  sonríe desde el aire 
                     
                      y teje mariposas para pasar el  rato. 
                     
                      Borrachos  travestidos fuman dedos de obispos 
                     
                      con  suprema elegancia.  
                   
                    
                  
                           Danzan  guantes y piernas y alfileres. 
                     
                      ¿Quién  duerme en esta noche de trompetas? 
                       
                      Delante  de tus ojos la ciudad se disuelve: 
                     
                      es  el fuego del alba. 
                     
                      Se  construye el silencio en tus lábios de sal.  
                      
                   
                    
                    
                    
                  
                                 PEQUEÑO VALS CRIOLLO 
                       
                      Déjame que te cuente, hermana del  asfalto, 
                        déjame  que te cante 
                        el  amor que me nace del costado 
                        como  cebada nueva entre palomas. 
                       
                        Déjame  que te ofrezca mi fracaso 
                        mi  beso analfabeto 
                        las  palabras prestadas y los días. 
                        Porque  eres tú quien cruza el puente del Potomac 
                        recogiendo  la sal de mis deseos, 
                        tú  la que cose nubes 
                        cuando  el aire despierta. 
                       
                        Es  otra la ciudad, otras las calles, 
                        diferentes  los rostros que nos nombran: 
                        yo  no elegí este exilio, sólo tu voz de arena. 
                        Sólo  tu voz de arena.  
                   
                   
                    
                    
                    
                  
                            NAVIDAD EN EL POTOMAC 
                       
                       
                      Queríamos que fuera igual que en las  postales 
                       
                        pero  el frío há llegado solitario 
                         
                        haciendo  nuestros rostros con lágrimas de azogue, 
                         
                        ¿Dónde  quedó la nieve? 
                         
                         
                       
                        Las  calles se han vestido de algodón 
                         
                        atropelando  el sueño de los ojos del pez; 
                         
                        todo  es disfraz y azúcar sobre el río. 
                         
                      Pero  yo busco tu sonrisa, hermosa. 
                     
                       
                      Un  tren pasa silbando por mi pecho: 
                       
                      es  el asma que llega pontualmente 
                       
                      a  saludarme triste con sus blancos pañuelos. 
                       
                      ¿Dónde quedó la nieve? 
                     
                      ¿Dónde  los árboles de arena y miel? 
                     
                       
                      Es  hora de ir a casa, que ya el pavo 
                       
                      en  la puerta del horno que cae en tu palabra 
                     
                      hoy  cubriré tu cuerpo
                      desatando 
                      
                     el invierno y las altas mareas. 
                       
                               
                   
                    
                    
                    
                  TEXTOS EM PORTUGUÊS 
                     
                    Tradução de Antonio Miranda 
                    
                    
                    
                  
                    
                                    O REI DE GRAMERCY STREET 
                         
                        Meu reino é de papel 
                       
                        e  tudo o que toco 
                       
                        se  transforma em palavra.  
                     
                      
                     
                      
                    
                             CIDADE  SSEM SONHO 
                         
                        (DUPONT  CIRCLE) 
                         
                         
                          Barba Rosa o pirata dança um tango  de seda 
                           
                            com  o jovem marinheiro dos contos, 
                             
                            sereias  disfarçadas beijam-se em francês. 
                             
                           
                            Aquí  estamos, viageira: 
                             
                            Gonorreia  e Sodoma redivivas, 
                             
                            grito  de asfalto entre pedúnculos mornos. 
                       
                        Quem  dorme nesta noite de arlequins?  
                       
                       
                         
                             Federico  sorri desde no ar 
                         
                        e tece mariposas para passar o  tempo. 
                         
                        Bêbedos  travestidos fumam dedos de bispos 
                         
                        com  suprema elegância.  
                        
                        
                             Dançam  luvas e pernas e alfinetes. 
                       
                       
                        Quem  dorme nesta noite de trombetas? 
                         
                        Diante  de teus olhos a cidade se dissolve: 
                         
                        é  o fogo da aurora. 
                         
                        Constrói  o silêncio em teus lábios de sal.  
                        
                        
                     
                      
                    
                                   PEQUENA VALS CRIOLLO* 
                         
                          Deixa que eu te conte, irmã do  asfalto, 
                            deixa  que eu cante 
                            o  amor que nasce em minha espalda 
                            como  cevada entre pombas. 
                           
                            Deixe que eu te ofereça meu fracasso 
                            meu  beijo analfabeto 
                            as  palavras emprestadas e os dias. 
                            Porque  és tu quem cruza a ponte do Potomac 
                            recolhendo  o sal de meus desejos, 
                            tu  que costuras nuvens 
                            quando  o ar desperta. 
                           
                            É  outra a cidade, outras as ruas, 
                            diferentes  os rostos que nos nomeiam: 
                            eu  não escolhi este exilio, apenas tua voz de areia. 
                            Apenas  tua voz de areia. 
                            
                     
                   
                   
                  *Eram os descendentes de espanhóis nascidos na  América. 
                    
                    
                    
                    
                    
                          NATAL NO POTOMAC 
                     
                      Queríamos que fosse igual aos postais 
                   
                    mas  o frio chegou solitário 
                    
                   
                    fazendo  nossos rostos com lágrimas de azougue, 
                   
                   
                                      Onde  restou a neve? 
                   
                     
                    As ruas estão vestidas de algodão 
                   
                    atropelando  o sonho dos olhos do peixe; 
                   
                    todo  é disfarce e açúcar sobre o rio. 
                   
                    Mas  eu procuro teu sorriso, formosa. 
                   
                     
                    Um  trem passa silvando por meu peito: 
                   
                    é  a asma que chega pontualmente 
                   
                    a  saudar-me triste com seus lenços bancos. 
                    
                   
                    Onde restou a neve? 
                   
                    Onde  as árvores de areia e o mel? 
                   
                     
                    É  hora de ir para casa, já que o pavão 
                   
                    na  porta do forno que cai em tua palavra 
                   
                    hoje  cobrirei teu corpo 
                   
                    desatando  o inverno em as altas marés.  
                    
                    
                   
                    
                    
                    
                  Página  publicada em agosto de 2020 
                    
                
  |